En el artículo de hoy, hablamos de un tema desconocido por muchas personas, pero de importante relevancia por ser un tipo de contrato en el sector inmobiliario que se encuentra a la orden del día.

¿Qué es un contrato de arras?

Este tipo de contrato generalmente se produce cuando se realiza la venta de una vivienda.
El contrato de arras se puede decir que surge debido a que usualmente hay que adelantar una cierta cantidad del valor de la vivienda para poder reservar la misma, dejando constancia por parte del futuro comprador del interés de adquirirla.
Se podría decir de forma sencilla que es
un pacto entre el vendedor y el futuro comprador de una vivienda.

De otra forma y de manera más técnica, se podría decir que:

Un contrato de arras es un acuerdo entre dos personas o empresas en el que una de ellas (denominada «arrendador») se compromete a transferir la propiedad de un bien a cambio de una cantidad de dinero («precio») y la otra (denominada «arrendatario») se compromete a pagar dicho precio. Las arras suelen ser una cantidad de dinero que se paga como garantía del cumplimiento del contrato y se consideran una parte del precio total. Si el arrendatario no cumple con sus obligaciones, el arrendador puede retener las arras como indemnización. Por otro lado, si es el arrendador el que no cumple con sus obligaciones, el arrendatario puede exigir la devolución de las arras y, en algunos casos, también puede exigir una indemnización por los daños y perjuicios sufridos.

Muchas veces los clientes nos suelen preguntar acerca de cuánto dinero se debe abonar en el contrato de arras.

De esta forma, podemos afirmar que tradicionalmente se suele establecer en el 10% del valor de venta de la vivienda, el cual se descontará posteriormente al coste final de la vivienda. Esto no quiere decir que obligatoriamente siempre tenga que ser esta cantidad, pues puede ser inferior o mayor, ya que es un pacto libre, por lo que es importante tener en cuenta que cada contrato de arras puede tener sus propias condiciones y cláusulas específicas, por eso es importante leer y entender detenidamente todas las condiciones antes de firmar cualquier contrato de este tipo.

Otra cuestión que nos suelen preguntar nuestros clientes es sobre la duración del mismo.

Generalmente, y respondiendo a esta pregunta, el plazo de vigencia de un contrato de arras se establecerá en un máximo de 6 meses. Eso sí, se podrá hacer la solicitud de ampliación del plazo si no se consigue financiación.

Por otro lado, también es importante matizar que el dinero o arras se quedarán en manos del vendedor, de forma que si una de los 2 partes se echa para atrás en la compra-venta de la vivienda podrá suceder que:
En caso de echarse para atrás el comprador, el vendedor tendrá el derecho de quedarse con el dinero prestado.
En caso de echarse para atrás el vendedor, este deberá indemnizar al comprador con el doble del importe del dinero entregado.

Esperemos que este artículo os haya servido de ayuda para aclarar el concepto. En próximas noticias hablaremos sobre los tipos de contratos de arras que existen.
Recuerda que para obtener cualquier tipo de información o resolver cualquier duda, puedes visitar nuestras oficinas en las que te atenderemos con agrado.