En el artículo de hoy explicamos otra de las muchas cuestiones que se nos presentan en nuestro día a día.
Son muchas las personas que no tienen claro cuáles son los gastos que conlleva el proceso de venta de una vivienda.
En primer lugar, siempre tomando en cuenta que se vende la vivienda por agencia inmobiliaria. Se pactará el abono de unos honorarios en forma de comisión del precio de venta de la vivienda.
Estos honorarios responderán a los servicios prestados por la agencia inmobiliaria, que incluirán:
– gestión de citas y captación de compradores.
– promoción de la vivienda, a través de su publicidad bien en oficina, web, redes sociales, portal inmobiliario, etc.
– asesoramiento y gestión de trámites.
De forma habitual será el vendedor quien se encargue del abono de estos honorarios.
Ahora bien, además de este gasto que será el ligado a la agencia inmobiliaria, nos encontraremos también con la existencia de impuestos y otros gastos derivados de la venta.
Cuando se vende una vivienda, es importante tener en cuenta los costos y gastos asociados con la venta. Estos pueden incluir:
- Impuestos sobre la propiedad: Es posible que tenga que pagar impuestos sobre la propiedad al vender su vivienda. Estos impuestos pueden variar dependiendo del lugar donde viva y del valor de su propiedad.
- Gastos de cierre: Los gastos de cierre incluyen cualquier cargo o tarifa asociada con la finalización de la venta, como honorarios de abogados o de título. Estos gastos pueden variar, pero suelen ser un porcentaje del precio de venta.
- Reparaciones y mejoras: Es posible que tenga que hacer reparaciones o mejoras en su vivienda antes de venderla. Esto puede incluir cosas como reparar daños estructurales o actualizar la cocina o el baño.
- Otros costos: Dependiendo de su situación, es posible que tenga que pagar otros costos al vender su vivienda, como el costo de mudarse o el costo de cancelar servicios públicos o de utilidades.
De acuerdo a lo anterior, nos encontraremos con que generalmente el vendedor se deberá hacer cargo de:
- El Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Plusvalía municipal), que dependerá del valor catastral del suelo, el número de años que se ha tenido el inmueble y la ordenanza fiscal de cada municipio.
- El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que tributa la venta de una propiedad y que dependerá de la situación fiscal del vendedor.
- Los gastos de cancelación de una hipoteca, en el caso de que hubiera.
- Los gastos de cancelación de cargas (comunidad, luz, agua, IBI, etc.)